Es difícil hablar de cabañas de madera residenciales contemporáneas y no abordar el material del que están hechas: la madera. Históricamente, la madera es uno de los materiales de construcción más populares. Aísla bien, se descompone lentamente con buen cuidado y es muy versátil. Además, durante mucho tiempo ha sido una gran fuente de combustible, ya sea como materia prima o como carbón vegetal. Con avances significativos en las ciencias de los materiales, uno podría pensar que la madera dejaría de utilizarse. Sin embargo, la fabricación de casas de madera sigue siendo una industria fuerte, con casas de madera laminada y casas de cabaña de troncos conservando popularidad. Y, sin embargo, la madera como material se enfrenta a un intenso escrutinio debido al fenómeno de la deforestación, que es extremadamente perjudicial para el medio ambiente.
Entonces, con toda esta historia y el daño potencial que la industria de las cabañas de madera podría estar causando al medio ambiente, ¿cómo es que sigue siendo tan popular? La respuesta simple es la reforestación. Con los esfuerzos que se están realizando a nivel mundial y el grado en que los países se preocupan por reforestar sus tierras –especialmente en Europa– los fabricantes de cabañas de madera no tienen mucho que temer.
¿Qué es la reforestación?
La reforestación es el proceso de replantar áreas forestales que han sido destruidas o dañadas para obtener beneficios industriales. El proceso puede denominarse reforestación o forestación; ambos términos comparten el mismo significado, es decir, forestación es otro nombre para reforestación. En algunos casos, los bosques tienen la capacidad de regenerarse de forma natural, debido a los tipos de árboles de su entorno. Alternativamente, pueden regenerarse debido a la dispersión de semillas. Sin embargo, las tierras forestales que se han degradado demasiado no pueden regenerarse a menos que se replanten árboles y otras plantas utilizando métodos nativos.
Replantar un bosque requiere mucho tiempo y esfuerzo. Algunos árboles tardan entre 10 y 15 años en alcanzar la madurez, por lo que pueden seguir produciendo oxígeno de manera eficiente nuevamente. También se necesitan inversiones y mano de obra, sin mencionar el cese de las industrias que han dependido del suministro local de madera. Por ejemplo, en 2019, Alemania anunció su plan de 800 millones de euros para replantar sus bosques. Parece una suma grande, sin embargo, la Asociación Forestal local todavía sostiene que se debería adoptar el paquete completo de 2.3 millones de euros para salvar los bosques del país. Esto prueba dos cosas. Uno: es claramente importante mantener los bosques, no sólo para fines industriales, sino también para mantener el calor y el clima bajo control. Dos: los países están dispuestos a asumir el desafío.
¿Por qué es importante la reforestación?
Los bosques desempeñan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio del ecosistema. Debido a la deforestación (la eliminación de vastas áreas de bosque), han surgido problemas graves a nivel mundial. Los bosques albergan una amplia gama de animales y plantas además de los árboles. También desempeñan un papel vital en el mantenimiento del ciclo del agua y en detener la erosión del suelo. Lo más importante es que los bosques son responsables de mantener el equilibrio de dióxido de carbono y oxígeno en la atmósfera terrestre. Sin bosques, corremos el riesgo de experimentar el efecto invernadero, que se produce debido al exceso de compuestos de carbono en el aire. Por tanto, la reforestación es clave para restablecer el equilibrio natural de la vida vegetal en el planeta.
¿Qué significa esto para la industria de las cabañas de madera?
Los esfuerzos de reforestación son ante todo una cuestión medioambiental. No puede haber ninguna duda sobre el vínculo entre la salud de los bosques y el clima. Cada industria que se beneficia de la madera como recurso debería considerar los esfuerzos de reforestación como una oportunidad para reducir sus propias necesidades de producción y al mismo tiempo satisfacer la demanda. Por este motivo han surgido nuevas soluciones materiales, como el laminado adhesivo. El uso de laminación adhesiva (glulam) ha sido eficaz para reducir las emisiones de carbono entre un 14% y un 31% en comparación con otros materiales de construcción populares, como el cemento y el acero. Además, el método de madera laminada no requiere la tala de árboles de hoja caduca, como el abedul o el roble, principales generadores de oxígeno. En cambio, el uso de árboles de hoja perenne es más que aceptable. Nuestra experiencia lo demuestra, ya que somos capaces de mantener altos estándares de calidad utilizando únicamente pino del norte.
En general, la sostenibilidad es el nombre del juego y al menos en Europa, donde residimos, es uno de los principales focos. Nos complace decir que nuestra producción de cabañas de madera emite menos CO2 que otras industrias de la construcción y podemos ayudar a las personas a vivir de manera más sostenible eligiendo nuestras cabañas y casas de madera.