Para conseguir aire fresco y reducir la condensación, es muy importante ajustar correctamente las rejillas de ventilación. Abrir las puertas siempre que sea posible y utilizar soluciones que reduzcan la condensación mantendrá limpio el aire del interior del vehículo y evitará que se empañen los cristales.
Se han realizado pocas investigaciones sobre cálculos de ventilación en túneles largos de autopista. Para subsanar esta carencia de conocimientos, este artículo utiliza un modelo de simulación 1D para explorar cómo puede optimizarse la ventilación de la cabina para aumentar el confort y reducir al mismo tiempo el consumo de energía.
Utilice los ajustes de ventilación adecuados
Una ventilación adecuada es un componente integral de cualquier hogar o edificio comercial. La ventilación intercambia el aire viciado del interior, lleno de contaminantes nocivos, alérgenos y exceso de humedad, por aire fresco del exterior, un intercambio que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de una buena calidad del aire interior (CAI), al tiempo que reduce los riesgos para la salud asociados a una CAI deficiente.
Los controles de ventilación son de vital importancia porque el tipo y la cantidad de aire fresco que entra en una cabina pueden tener un impacto dramático en su temperatura y nivel de humedad. La ventilación debe optimizarse en función de los cambios estacionales y los patrones climáticos para obtener la máxima eficiencia.
Para optimizar la ventilación, lo ideal es que haya más puntos de entrada en los niveles inferiores que puntos de salida en los superiores para evitar el efecto chimenea, en el que el aire frío del exterior empuja el aire caliente del interior a través de las capas superiores de la vivienda.
Conozca sus retos estacionales
Mantener una ventilación adecuada en una cabaña es especialmente esencial cuando se utilizan chimeneas de leña y gas, aparatos de cocina o cualquier otro dispositivo de combustión que consuma oxígeno de su interior: un flujo de aire insuficiente podría provocar intoxicación por monóxido de carbono si se deja desatendido durante demasiado tiempo. Cuando utilice estos aparatos durante el invierno, asegúrese de que las salidas de aire y las rejillas de ventilación no estén obstruidas para que los gases de los aparatos de combustión puedan escapar fácilmente y mantenga libres de nieve las vías de evacuación alternativas en caso de que se produzca un incendio o una explosión inesperados que requieran una salida rápida del interior si es necesario por motivos de seguridad.
Los análisis de simulación indican que unos controles óptimos de la ventilación pueden mantener unos niveles confortables de humedad y dióxido de carbono, evitando al mismo tiempo la condensación. Lamentablemente, el cumplimiento de los requisitos de la norma FAR 25 con caudales de aire exterior excesivamente elevados se traduce en ineficiencia energética: añadir aire comprimido durante el vuelo requiere un importante gasto adicional de energía.
Deje abiertas las puertas de la cabina
El sistema de ventilación no sólo introduce aire en la cabina, sino que lo distribuye y lo hace circular por todo el habitáculo. Esto es esencial para mantener temperaturas uniformes y proporcionar una eliminación eficaz de contaminantes/circulación de aire. Si el aire exterior sólo llegara a uno o dos puntos de la cabina, los gradientes de temperatura serían excesivos y la contaminación térmica inevitable; el ECS mezcla el aire exterior y el de la cabina antes de distribuirlo por todo el habitáculo.
Mantenga limpias las rejillas de ventilación
El flujo de aire de la cabina de un avión se desplaza a diferentes velocidades. El aire se mueve desde las salidas de distribución en los compartimentos superiores, a través de cada fila de asientos y a través de los pasajeros, antes de fluir hacia fuera a través de los puertos de escape cerca de cada puerta (véase la fig. 1). Para evitar que los contaminantes transportados por el aire circulen inadvertidamente por lugares a los que no pertenecen, las velocidades de entrada y salida de la cabina deben equilibrarse perfectamente; por desgracia, este problema no puede resolverse por completo, ya que el movimiento aleatorio puede transportar contaminantes transportados por el aire entre lugares.
A medida que cambia el flujo de aire en los conductos de un avión, cambian con él los niveles de humedad y condensación. Esto se debe a que la humedad de la cabina depende de múltiples factores, como el número de ocupantes, el caudal del soplante, el caudal de infiltración, así como las diferencias de temperatura entre el aire entrante y el aire acondicionado y la humedad relativa entre ambos.
El aumento del caudal de aire fresco tiende a reducir la humedad pero a aumentar la condensación, debido a la entrada de aire del exterior más frío y con menor humedad relativa. Por otra parte, la disminución de los caudales de aire fresco aumenta la humedad pero disminuye los niveles de condensación; por el contrario, su disminución aumenta la humedad pero disminuye los niveles de condensación; por lo tanto, es vital que los sistemas de ventilación mantengan un nivel ideal de humedad y, al mismo tiempo, reduzcan al mínimo la cantidad de niebla que se forma en sus superficies, como las puertas y ventanas de los conductos.
El mantenimiento adecuado de los conductos de aire y las rejillas de ventilación es fundamental para mantener una buena calidad del aire; esto implica mantenerlos libres de polvo y residuos, asegurarse de que las cubiertas de las rejillas de ventilación no estén bloqueadas por la nieve u otros residuos en invierno y utilizar regularmente un accesorio de aspiradora o un cepillo electrostático para limpiar la suciedad y las esporas de las rejillas de ventilación. De lo contrario, las rejillas de ventilación pueden convertirse en caldo de cultivo de moho y esporas. moho que requieren algo más que una limpieza rápida con un paño para erradicarlos; en casos extremos puede ser necesario incluso un servicio de limpieza profesional.