Una vez finalizada la actualización técnica, siempre es aconsejable realizar un simulacro. La actualización de una copia de su sitio web activo le permitirá identificar posibles problemas y resolverlos antes de ponerlo en marcha. Además, asegúrese de que dispone de los recursos de asistencia adecuados en caso de que surja una demanda repentina de su tiempo tras la puesta en marcha de la actualización.
Etapa 2: Pruebas
En esta fase, un equipo de pruebas experimentado evalúa si un sistema de software satisface los requisitos funcionales y no funcionales, lo que se conoce como pruebas de aceptación del usuario (UAT). Los ingenieros de control de calidad crean un entorno que reproduce los escenarios de uso de la empresa; a continuación se ejecutan pruebas unitarias antes de probar combinaciones más complejas de unidades en el propio sistema. Por último, se elaboran informes con los resultados de las pruebas, que se comparten con los desarrolladores y las partes interesadas.
Al principio de esta fase, los ingenieros de control de calidad crean casos de prueba, es decir, descripciones detalladas de cómo evaluar características específicas, como las condiciones previas, los datos de entrada y las acciones que deben realizarse, los resultados esperados, así como las condiciones previas previstas y las acciones realizadas en relación con esa característica. Uno de los principales resultados en este punto es un RTM que conecta los requisitos con los casos de prueba asociados.
Etapa 3: Despliegue
Una vez resueltos todos los problemas relacionados con el código y la base de datos, puede implantarse plenamente una nueva versión. Para ello, los usuarios deben esforzarse al máximo para vencer su resistencia natural al cambio y adoptar el nuevo software y los nuevos procesos. También puede ser prudente seguir ejecutando temporalmente el ERP existente junto a éste, como red de seguridad para evitar que se pierdan procesos críticos durante la transición de datos entre entornos.
Al igual que en las fases de instalación y pruebas, la gestión de riesgos durante un proceso de actualización debe gestionarse de forma proactiva. Para ello, hay que empezar por identificar las amenazas potenciales y, a continuación, evaluarlas y planificar su mitigación. Estos pueden incluir riesgos como:
Etapa 4: Puesta en marcha
La fase de lanzamiento o despliegue de cualquier proyecto tecnológico es, sin duda, de suma importancia. Es el momento en que los nuevos productos o servicios pasan del desarrollo y las pruebas al uso real y la implantación en la vida real, a menudo tras meses o incluso años de preparación, planificación, ejecución, seguimiento, control y ciclos de retroalimentación con las partes interesadas internas y externas.
Empiece a pensar en el futuro para garantizar una transición fluida de la fase de puesta en marcha a las fases de mantenimiento y asistencia, incluida la creación de un plan de transición o traspaso y el cierre de todos los elementos de las pruebas de aceptación del usuario o la notificación de nuevas medidas. Establezca también una lista de contactos de emergencia en caso de que surjan problemas urgentes o situaciones graves durante el periodo de puesta en marcha.
Como parte de este paso, también es esencial evaluar el impacto que tendrá una actualización en los usuarios -que puede ir desde el cierre del sistema hasta la alteración del flujo de trabajo en departamentos específicos- y asegurarse de que todas las partes afectadas entienden sus implicaciones. Esta información debe comunicarse a continuación.
Una vez iniciada la transición a un nuevo sistema de Gestión de Activos Digitales, es esencial supervisar y apoyar los problemas que vayan surgiendo. Un método eficaz es programar reuniones periódicas de recapitulación durante el periodo de puesta en marcha para abordar los problemas a medida que surjan y compartir las lecciones aprendidas para mejorar en futuras actualizaciones. También es aconsejable que los miembros del equipo del proyecto participen en estas reuniones para compartir las lecciones aprendidas e identificar áreas de desarrollo para la próxima vez.
En esta fase posterior a la puesta en marcha, es posible que también se necesiten recursos de asistencia adicionales, en función del alcance de la actualización, para resolver cualquier problema inesperado que pueda surgir. Puede tratarse de asistencia técnica para problemas de alta prioridad, expertos en la materia que ayuden a tomar decisiones sobre los procesos y superusuarios o campeones para usuarios nuevos o inexpertos.